La Heptalogía y su Orden de Lectura
- 1950: "El León, La Bruja y El Armario"
- 1951: "El Príncipe Caspian"
- 1952: "La travesía del Viajero del Alba"
- 1953: "La Silla de Plata"
- 1954: "El Caballo y el Muchacho"
- 1955: "El Sobrino del Mago"
- 1956: "La Última Batalla"
No obstante, la mayor parte de las ediciones actuales ordenan los libros según la cronología de su narración, quedando primero "El Sobrino del Mago" (1955) [el cual cuenta la creación de Narnia], y siguiéndoles "El León, La Bruja y El Armario" (1950); "El Caballo y El Muchacho" (1954); "El Príncipe Caspian" (1951); "La Travesía del Viajero del Alba" (1952); "La Silla de Plata" (1953); y "La Última Batalla" (1956).
El orden anterior responde a una carta que Lewis recibió en 1957 remitida por un niño norteamericano: Laurence Krieg. En ella, el niño le comentaba la discusión que mantenía con su madre sobre el mejor método de lectura de Las crónicas de Narnia. Según su madre, se debía respetar el orden de publicación, pero Laurence era más partidario de hacerlo según la cronología de los hechos narrados. Lewis le respondió en otra carta, argumentando: "Creo que estoy más de acuerdo con tu orden de lectura que con el de tu madre. La serie no fue planteada desde un principio como ella piensa. Cuando escribí The Lion, the Witch and the Wardrobe, nunca pensé que escribiría más. Luego escribí El príncipe Caspian como una secuela, y seguí sin creer que habría más libros. Y cuando terminé La Travesía del Viajero del Alba, estaba convencido de que sería el último. Pero me di cuenta de que estaba equivocado. Tal vez no importe demasiado en qué orden sean leídos. De hecho, no estoy del todo seguro de que los otros libros fueran escritos en el mismo orden en que fueron publicados". La carta fue usada por el hijastro de Lewis, Douglas Gresham, para sugerir a HarperCollins otra ordenación de los libros.
Desde entonces, las diferentes editoriales empezaron a enumerarlos de esta manera, tradición que aún se mantiene en la actualidad. Sin embargo, existen otras ediciones que reivindican la lectura según su publicación, al perderse ciertas sorpresas como el origen del emblemático farol que recibe a los protagonistas en EL León, La Bruja y El Armario, y que es revelado en El Sobrino del Mago.
Métodos para Entrar a Narnia
Los siguientes son los métodos mediante los cuales los personajes lograron entrar a Narnia:
Los anillos mágicos del tío Andrew
En El Sobrino del Mago, el tío Andrew fabricó pares de anillos verdes y amarillos con lo que él llamaba "polvo de hada" o "polvo de la Atlántida", con los que creía que podría viajar a otro mundo, y no estaba muy equivocado. El tío Andrew obligó a Digory y Polly a usarlos, para poder comprobar que funcionaban. Al utilizarlos, llegaron a lo que luego llamaron el Bosque entre los Mundos, un bosque tranquilo y silencioso en donde se encontraban diferentes charcas: cada una llevaba a un mundo diferente. Luego de viajar al mundo de Charn, viajan a lo que luego sería Narnia.
El armario en la habitación
En El León, La Bruja y El Armario, Lucy, explorando la casa del profesor Kirke con sus hermanos en un día lluvioso, entró en una habitación donde encontró un hermoso armario antiguo. Lucy utilizó ese armario dos veces para acceder a Narnia. Sus hermanos Edmund, Susan y Peter, también lo utilizan para viajar entre un mundo y otro. Tras la aventura de los hermanos Pevensie, el armario dejó de ser una forma de entrar a Narnia. Este armario estaba hecho con la madera de un manzano que fue sembrado por Digory, el primer ser humano que entró a Narnia, con el corazón de una manzana mágica traída desde Narnia, que sirvió para curar a su madre. Por eso el armario siempre guardó cierta conexión con el lugar de donde venía su madera.
La cueva en la isla
En El Príncipe Caspian se da a conocer que los piratas, antepasados de los telmarinos, llegaron a Narnia a través de una cueva en una isla, por donde se refugiaron los piratas que después de entrar en el reino de Narnia habitarían la tierra de Telmar.
El Cuerno Mágico de la Reina Susan
No es en sí un portal, pero fue usado en El Príncipe Caspian cuando él mismo escapaba de los soldados telmarinos que lo querían matar por órdenes de su tío Miraz. De esta manera llamó a los cuatro hermanos Pevensie (los cuales se encontraban en una parada de trenes de Londres) de vuelta al mundo de Narnia. Caspian lo utilizó en un momento de urgencia, llamando así a los antiguos Reyes y Reinas de Narnia.
La pintura en casa de los Clarence
En La travesía del Viajero del Alba, esta pintura muestra a un barco de Narnia navegando en un mar de grandes olas. Los padres de Eustace, como éste mismo, la encontraban demasiado fantasiosa, por lo que decidieron colocarla en un lugar poco visitado: la habitación de invitados. Lucy y Edmund apreciaban mucho esa pintura, y en una visita que los mismos le hicieron a su primo Eustace, los tres discutían sobre la pintura frente a la misma, cuando de ella salió una gran ola que arrastró a los tres primos hacia el mundo de Narnia.
La puerta oculta detrás del gimnasio
En La Silla de Plata, después de que Eustace encontró a Jill sollozando detrás del gimnasio, intentó consolarla hablándole de Narnia y de Aslan. Al final, los dos decidieron visitar al mundo mágico, y Eustace le pidió a Aslan que los llevase, sin ocurrir nada en ese momento. Luego, los "chicos malos" buscaban a Jill, por lo que los dos nuevos amigos decidieron esconderse. Se metieron entre los laureles y comenzaron a caminar entre ellos, buscando una puerta que se encontraba al final de los mismos. Cuando llegaron, abrieron la puerta, pero se encontraron con algo que ninguno de los dos esperaba: estaban frente a Narnia.
El accidente en la estación de trenes
En La Última Batalla, los primeros en llegar a Narnia son Eustace y Jill. Poco después llegan Peter, Edmund, Lucy, Digory y Polly. Estos últimos pensaban volver a Narnia por los antiguos anillos mágicos creados por el tío Andrew, pero al subir al tren junto a los demás, algo extraño sucede: el tren se sale de las vías y cae a un costado. Pero en realidad, el accidente , los conduce al mundo de Narnia, en donde Aslan los esperaba.